El elemento Agua en el Feng Shui es el símbolo de la fluidez y la introspección. Representa nuestras emociones y la renovación constante en la vida. Para equilibrar este elemento, puedes incorporar colores azules y negros en tu decoración, así como objetos con formas onduladas.
El Agua, bien gestionada, promueve la armonía emocional y el flujo de energía positiva en tu hogar o espacio de trabajo.